En el mes de noviembre la empresa propietaria de la
finca ‘Los Mimbrales’ solicitaba al Pleno de Almonte el cambio de uso de
turístico a rústico. Lo que parece algo normal, el que una finca de mil
hectáreas de cítricos y bien dotada de recursos hídricos (algo impensable en la
zona), sea rústica y no turística esconde tras de sí un largo recorrido
especulador.
El gobierno de Almonte, en manos entonces de Psoe,
aceptó el proyecto presentado por la empresa en la que se promovía el cambio de
uso. La finca se encuentra a escasos kilómetros del Rocío y de Doñana. Poco o
nada importó al gobierno del momento que en ese espacio se pudiese acabar con
una finca de cítricos y transformarla en un complejo turístico más. Con la
llegada de la crisis del ladrillo en 2007 y la paralización de los proyectos
urbanísticos la empresa promueve en 2012 un nuevo proyecto consistente en pasar
la finca de turística a rústica, es decir, volver a o que siempre fue ¿Por qué?
Si bien el proyecto turístico fracasó, la
posibilidad de vender las mil hectáreas dotadas de recursos hídricos en
pequeñas parcelas a las multinacionales de los frutos rojos presentes en el
territorio es un negocio seguro. Estas empresas se encuentran en plena
expansión y demandan tierras, pero sobre todo agua. La propietaria de la finca ‘Los
Mimbrales’ gracias al apoyo de PP y Psoe de Almonte podrán hacer negocio con la
finca y dejar en manos de las multinacionales las mil hectáreas con su agua.
Desde IU de Almonte propusimos a ambos partidos
durante sus respectivos plenos Plenos la posibilidad de paralizar el proceso de
Innovación (consistente en pasar la finca de turístico a rústico), y
comenzar un proceso negociador entre Ayuntamiento, Consejería de Agricultura y
propietarios de ‘Los Mimbrales’, con el objetivo de que las mil hectáreas
pudiesen pasar al futuro ‘Banco de tierras’ que la Junta de Andalucía tiene
proyectado comenzar en 2013.
En resumidas cuentas, proponíamos que las mil
hectáreas de cítricos regables pasaran de manos privadas a públicas para
servirlas a los campesinos y vecinos de Almonte, con el objetivo de promover
la creación de empleo y riqueza.
Pero PP y Psoe rechazaron la oferta de IU de Almonte y prefiriendo concentrar
la propiedad en las manos de las multinacionales de lo frutos rojos.
